sábado, 30 de mayo de 2009

Crisis, deudas y créditos ...

September 11th 2008 - It's not great art unles...Image by Stephen Poff via Flickr

Es agosto, una pequeña ciudad de costa ..., en plena temporada; cae una lluvia torencial hace varios días, la ciudad parece desierta.

Todos tienen deudas y viven a base de créditos. Por fortuna, llega un ruso forrado y entra en un pequeño hotel con encanto. Pide una habitación.

Pone un billete de 100 EUR en la mesa del recepcionista y se va a ver las habitaciones.

El jefe del hotel agarra el billete y sale corriendo a pagar sus deudas con el carnicero.

Este coge el billete y corre a pagar su deuda con el criador de cerdos.

A su turno éste se da prisa a pagar lo que le debe al proveedor de pienso para animales.

El del pienso coge el billete al vuelo y corre a liquidar su deuda con la prostituta a la que hace tiempo que no paga. En tiempos de crisis, hasta ella ofrece servicios a crédito.

La prostituta coge el billete y sale para el pequeño hotel donde había traido a sus clientes las últimas veces y que todavía no había pagado. En este momento baja el ruso, que acaba de echar un vistazo a las habitaciones, dice que no le convence ninguna, coge el billete y se va de la ciudad.

Nadie ha ganado un duro, pero ahora toda la ciudad vive sin deudas y mira el futuro con confianza!

MORALEJA: SI EL DINERO CIRCULA SE ACABA LA CRISIS!

sábado, 23 de mayo de 2009

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sábado, 16 de mayo de 2009

Siga madrugando!

A golf ball directly before the holeImage via Wikipedia

Hoy me levanté temprano, me puse los pantalones, me vestí lentamente, hice café, agarre mis palos de golf, me fui silenciosamente al garaje para no despertar a mi mujer, puse los palos en el carro, y procedí a sacarlo del garaje bajo una lluvia torrencial.

Estaba toda la calle inundada y el viento gélido soplaba a 100 kilómetros por hora, Volví a entrar el carro al garaje, puse la radio y me enteré de que el mal tiempo iba a durar todo el día... Que decepción!

Entré de nuevo en mi casa, me desvestí silenciosamente para no despertar a mi mujer y me deslicé dentro de la cama.

Despacito me arrunché contra su espalda, le puse la mano en la nalguita y le susurré al oído: 'El tiempo afuera está horrible mi amor'.

Ella me contestó medio dormida:
'Ya lo sé. ¿Puedes creer que el güevón de mi marido se fue a jugar golf?'

Nota: También aplica para los que salen a correr temprano, a caminar, al gimnasio, a mercar, a trabajar... etc, etc, etc

Siga madrugando…siga madrugando